También es idóneo en el caso de pieles jóvenes que se encuentran alrededor de los 30 años y comiencen a presentar los primeros signos de envejecimiento. En estos casos la mesoterapia de vitaminas puede servir para prevenir la aparición de arrugas pronunciadas tanto estáticas como dinámicas. En el caso de pieles más maduras con surcos y arrugas en varias zonas del rostro, la mesoterapia de vitaminas suele aplicarse en combinación con el ácido hialurónico o la toxina botulínica para potenciar el efecto de relleno en el primero y de relajante muscular en el segundo. De esta forma, las vitaminas actuarían aportando vitalidad y luminosidad a la piel tras la infiltración de las sustancias que corregirían las líneas de expresión y arrugas de la dermis.